domingo, 5 de mayo de 2013

Cantidades idiotas.

No hay paz sin destrucción... lo pude entender.
No hay proceso sin retroceso o crisis... lo tengo aprendido.
Si sufrí, fue para crecer. Si me equivoque, fue para aprender. Si la vida me daño, en pequeñas o medianas cantidades idiotas, fue para hoy poder regenerarme.
Y si ayer tuve caídas, y hoy me levante, en el futuro sabre como hacer para no tener caídas, y así ahorrarme el esfuerzo de levantarme.
Porque uno no siempre va a ser fuerte. Por eso uno tiene que aprender que no siempre podrá ser un escudo indestructible, porque uno siempre va a sufrir... en pequeñas o medianas cantidades idiotas.
Uno no tiene que ser de acero, ni de piedra, ni de diamante, ni un monstruo intangible. Uno existe... y puede ser golpeado.
Y si hoy estoy escribiendo esto es porque lo sentí a flor de piel, no hablo desde un pedestal de los dramáticos desafortunados, ni desde el vip de los alegres campeones. Hablo de mi único lugar, donde fui golpeado, fue estrellado contra cosas, fue acuchillado por cosas y sufriré algunas cosas mas en pequeñas o grandes cantidades... pero no debo acobardarme, debo acordarme de esto y volver a sonreír. No debo ser idiota.




No hay comentarios:

Publicar un comentario