miércoles, 3 de julio de 2013

Serafines monstruos

El ser que dominaba ese sombrío bosque ya no grita mi nombre. Ese monstruo devorador de almas ya no vuelve a buscarme. Ya no siento que me observa, aunque nunca pude sentir muy bien su presencia, puedo tener certeza de que no esta cerca mio.
Ya no soy el pobre mendigo, ya no tengo el lugar de perdedor, ni el de llorón, por suerte jamas volveremos a verme rogarle a la triste y melodramática mentira algo de amor.
Un cancerbero, de futuras cabezas muertas, me cuida de ese monstruo. Ya no tratare de conocer serafines, ellos se convierten en monstruos.
Ahora que lo tomo en serio debo matar con mi mente al monstruo, antes de que se le ocurra volver, porque yo ya no quiero encerrarme en ese bosque. Hoy quiero guerra con una querubin, por eso tomo mi escudo y espada para luchar en una nueva odisea de pequeños convulsos, de grandes ternuras y pocas experiencias. Un juego de mordidas, un lugar donde quiero estar y pasar tormentas junto a esta pequeña querubin.
Hoy, ya desde acá, no veo al bosque... ahora si estoy de pie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario